miércoles, 19 de diciembre de 2007

Odessa



Apenas llegamos a Odessa busque un taxi y con una hoja que Roland nos había hecho imprimir en Ucraniano le indique a donde quería ir y se juntaron tres taxista para tratar de entender que era lo que quería hasta que uno entendió y se ofreció a llevarnos ya que conocía el Hotel. Cuando llegamos eran las 4 o 5 de la tarde y apenas entramos y nos acomodamos no se imaginan el alivio que me vino al cuerpo y ni que decir cuando se me ocurrió salir a la calle para ver un poco y veo que entran los autos de todos nuestros amigos... Argentinooosss!!! no lo podía creer, apartir de ese momento el Hotel se transformó en una pequeña Argentina y yo volví a la normalidad, no se imaginan el descanso que era para mi cabeza hablar en castellano y sin pensar en que tenia que traducir nada a nadie.

Estas son algunas de las fotos del hotel, estaba muy piola, teníamos un bar en la planta baja todo abierto con una senda peatonal que nos separaba de la playa y del Mar Negro. Todos los locales que nos rodeaban eran para andar de Joda todo el viaje pero el idioma nos obligó a irnos a dormir todas las noches, la otra cosa era el cansancio de estar todo el día en el campo corriendo, pero todas las noches cerveza de por medio y una buena cena que nunca sabíamos que era lo que nos iban a sevir, algunos helados que siempre se encargaba Diego era lo que nos terminaba de tirar en a las camas.

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